Inadecuada
Tengo ganas de besarte las entrañas y sacarte de mis adentros para perfumar este ambiente infernal, alimentarme de tu querer y quedarme llena de amor. Quiero que me operes de todas las balas perdidas y espinas clavadas, que me trasplantes la felicidad que habita en tus venas, para poder escupir sonrisas sin motivo alguno. Exijo que me cosas los buenos días a trozos, me vacunes contra la hipocresía parasitada en esta sociedad y me sanes de la vulgaridad que persuade a las mentes simplistas. Después de todo, estoy harta de que me corten las alas y me tachen de complicada. Así que, muérdeme, que ya va siendo hora de que me vacíes del mal de todos, de los (d) años de nadies y de los sinsentidos (o consentidos) que hacen que siga acumulando granos de arena, en montañas de odio.