Amores que matan
Y me duele el alma, la vida y las personas.
Y me duele la poesía que
recitas con intención de dañarme.
Que te veo venir, a oscuras,
con el puño detrás de la espalda y sé que no son rosas lo que sujetas.
A veces desearía no haberte
conocido nunca.
Te veo tras la mirilla y
me duele lo que no dejas ver.
Y me duele lo que callo y lo
que nunca debí decir.
Y me duele el dolor que sentí,
porque queriendo (me) partiste.
Porque queriendo (te) no
tuviste valor de recomponer (me).
Se nos clavaran las espinas
allí donde nunca quisimos hacer daño.
Y no habrá más rosas rojas en
nuestro balcón anunciando la llegada de la primavera.
Nuestro amor yace en el
depósito de cadáveres y nos habrá matado la misma pistola con la que juraste no
jugar a la ruleta rusa.
Porque cariño, a estas alturas
de mi locura amores que matan, mueren.
Excelente.
ResponderEliminarMe encanta tu página, tenía mucho que no entraba, me ayudó en el pasado y ha ayusado a una amiga.
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