Elijo ser feliz.

Las decisiones. 
No es fácil hablar de esto, a veces en la vida, debes afrontar estos retos, para poder avanzar. Los piensas detenidamente, les das mil vueltas, buscas los aspectos positivos y negativos, lloras por lo que vas a perder, sonríes por lo que vas a ganar y entonces, decides como resolver estos problemas, crees que has encontrado la solución a ello. 
Reflexionas acerca de tu vida, te das cuenta que quizás las decisiones que tomaste hace años, no fueron las correctas. Quizás, no deberías haber vuelto,  en vez de mejorar la situación la empeoraste. Que intentar tener corazón, una vez más, no te ha sirvió de nada. Piensas como sería tu vida si hubieras seguido el otro camino, ese que rechazaste, y te das cuenta de que quizás, hubieras sufrido menos, quizás ahora no te infravalorarías tanto, serias más risueña y la vida no te jodería. Es imposible saber si las decisiones que tomas hoy, serán las correctas, pero para eso está la vida, por eso os dijo que: Antes de hacer algo, meditar y pensar si lo que vais a ganar, vale más que lo que vais a perder.
Untitled | via Tumblr

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Escribir(te) - Loreto Sesma

Imagen
"Si tengo que escribir, lo haré de los amigos que tienen más corazón que pecho, también de esos que dicen estar contigo y no saben, si quiera,  que estas jodido. Escribiré sobre la sonrisa de mi madre, de la mirada de la mujer más bella, de ella y de su forma de andar. Si tengo de describir, lo haré de la risa que se me escapa al verte, de como mi canción favorita hace tambalear cimientos y lagrimales, escribiré de mis bailes por el salón desde que era una cría, de las injusticias que veo en la calle, del político que es de plastilina. Si tengo que escribir, la verdad es que, acabaré escribiendo del caos de tu pelo, de tu cabeza enloquecida buscando cordura en locuras con nombre y apellidos, del jugueteo incansable de niño que llevas en las pestañas, de tu mirada de adulto que ha visto mucha vida, de tu nariz, buscando el olor del perfume en mi cuello, de tu sonrisa de soldado, tu risa de victoria, tu llanto de vencido. "
Leer más

Éramos dos locos enamorados

Imagen
Dijimos que nadie nunca nos podría separar, que la distancia o el tiempo no sería un problema para nosotros, que todos los conflictos que nos surgieran los solucionaríamos juntos,  d ecíamos  que éramos iguales,   almas gemelas, que el destino nos  había  unido por  algún  motivo y que no nos iba a separar, decíamos que éramos dos polos opuestos que se atraían,que nuestro amor duraría eternamente  que no nos enfadaríamos y que no dejaríamos de querernos nunca. Que ilusos fuimos al decir todo esto, nos engañamos a nosotros mismos sabiendo  que todo  acabaría tarde o temprano, que no sería para siempre.    Fueron tantas cosas  absurdas las que nos prometimos...
Leer más

Advertencia 49

Imagen
Sí tengo cara de haber roto un plato y de haber matado a una hormiga. Y de pocos amigos. Y de  pena. Y de niña. Y de loca. Y dos. Y una de mala. Cara B de: dime que esto es una broma. De mal gusto. De tacto escaso. Cara de decepción y de decepcionar. Cara de cojones. De la hostia. Cara de no saber jugar al poker. De derrota y de derrotada. Cara de santa, de puta y de tonta. Cara de no haber venido a mi entierro. Cara de haberme plantado en el altar sólo para ver una flor en un monumento. Cara de darla antes de que a alguien se le vuelva a olvidar que a una bala perdida han tenido que dispararla antes. Y abandonarla después. Irene X
Leer más

Desde que te conozco

Imagen
No sé de qué manera entraste  porque yo no abrí ninguna puerta. Mis candados estaban cerrados y aunque en mi memoria hacia menos frío que en tu vida derretiste con tu vientre el iceberg de mi cama. Me cacheaste el alma con la mirada  y con las manos en voz baja me quitaste de encima la tristeza. Desde que te conozco tengo alas porque tú me enseñaste como usarlas. - Diego ojeda
Leer más

Amores que matan

Imagen
Y me duele el alma, la vida y las personas. Y me duele la poesía que recitas con intención de dañarme. Que te veo venir, a oscuras, con el puño detrás de la espalda y sé que no son rosas lo que sujetas. A veces desearía no haberte conocido nunca. Te veo tras la mirilla  y me duele lo que no dejas ver. Y me duele lo que callo y lo que nunca debí decir. Y me duele el dolor que sentí, porque queriendo (me) partiste. Porque queriendo (te) no tuviste valor de recomponer (me). Se nos clavaran las espinas allí donde nunca quisimos hacer daño. Y no habrá más rosas rojas en nuestro balcón anunciando la llegada de la primavera. Nuestro amor yace en el depósito de cadáveres y nos habrá matado la misma pistola con la que juraste no jugar a la ruleta rusa. Porque cariño, a estas alturas de mi locura amores que matan, mueren.
Leer más