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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Escribir(te) - Loreto Sesma

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"Si tengo que escribir, lo haré de los amigos que tienen más corazón que pecho, también de esos que dicen estar contigo y no saben, si quiera,  que estas jodido. Escribiré sobre la sonrisa de mi madre, de la mirada de la mujer más bella, de ella y de su forma de andar. Si tengo de describir, lo haré de la risa que se me escapa al verte, de como mi canción favorita hace tambalear cimientos y lagrimales, escribiré de mis bailes por el salón desde que era una cría, de las injusticias que veo en la calle, del político que es de plastilina. Si tengo que escribir, la verdad es que, acabaré escribiendo del caos de tu pelo, de tu cabeza enloquecida buscando cordura en locuras con nombre y apellidos, del jugueteo incansable de niño que llevas en las pestañas, de tu mirada de adulto que ha visto mucha vida, de tu nariz, buscando el olor del perfume en mi cuello, de tu sonrisa de soldado, tu risa de victoria, tu llanto de vencido. "

Viento

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"Enséñame a fluir en tus fluidos, enséñame a surgir del abismo al ritmo de tus latidos. Enséñame a vivir desinhibido y a bañar de colorido mis sentidos deprimidos, doloridos por el vino y el placer de no saber cuál va a ser la siguiente vez que te vuelva a ver..."

El lugar donde viene a morir el amor

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Traté de describir el tedio y la constancia de algunas cosas verdaderas, creí que duraderas. Conté hacia atrás para dormirte y... fracasé. Tú me dedicaste el espacio, la cordura, la lluvia caliente y húmeda,historia de tu espera. Que viene a por mí las tardes de marzo Que deja pasar en su nombre el dolor Asistiremos tan elegantes y entre las flores diremos adiós. Mira el pecho abierto, tu corazón inmóvil, está a punto de partirse en millones de colores y vas a morir en este momento. Serás afortunado si no deja de doler. 

Sin nada eterno

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Mientras sus ojos se convertían en mares embravecidos, una lagrima  recorría su mejilla, por cada una de las personas a las que echaba en falta.Sabía que no podía abrazarlas, besarlas o tocarlas. Incluso, sabia que acariciar una pantalla no la iba a transportar donde ella quería estar,pero, al menos, se sentía mas cerca de cada uno de ellos.  Los quería, los quería con locura, pero ,a veces, el destino juega con la distancia y tendemos a terminar heredando su soledad. Ella, no podía parar de mirar las cuatro blancas y vacías paredes que la rodeaban, eran el reflejo de sí misma, solitarias  y sin vida. Le hacían daño, le recordaban lo lejos que estaba de casa, de todo aquello que conocía y tanto anhelaba. Hay senderos en los que debemos caminar solos, pero resulta muy difícil cuando toda la vida has caminado acompañado.