De volver a volar solo hay dos letras

No sé cómo no lo vi venir. Si en cada abrazo escondíamos un cuchillo tras la espalda de la opuesta, como si supiéramos que la única manera de salvarnos de un mundo que no nos aceptaría era aprender a protegernos la una de la otra.
Si en todas las fotos en lugar de mirar a cámara nos mirábamos sonreír. Convencidas de que tal vez nunca volveríamos a hacerlo.
Ella era como un granizado de limón cuando tienes una herida abierta en la lengua. No te la hubieses perdido ni por todo el dolor del mundo.Supe que yo por ella cogería cualquier tren y, a su vez, que ella por mí se ataría a  las vías que hiciesen falta, sabiendo que yo iría una vez más a salvarla.
Al poco tiempo desaparecimos. Como desaparece el verano o tu plato favorito: sin que te des cuenta. Dejándonos disfrutar de nuestra distancia hasta hacernos tan pequeñas que, convertidas en ausencia; olvidásemos si quiera percibirnos.
Nos abandonamos como el que aprueba la asignatura más difícil y olvida el contenido tras la celebración.
Todavía hay noches donde la nostalgia me empuja a un lugar en el que volvemos a encontrarnos para tirar piedras a las ventanas de todos los niños, acojonarles para que no vuelvan a bajar a jugar y, de esta forma; volver a hacer  nuestra la calle.
Imagen de blue, girl, and smoke
Irene X

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