Domingos
Seguir teniendo las mismas inmensas ganas, de acurrucarme a tú lado en la cama, de disfrutar bajo las sabanas y volar sobre los colchones, como
cuando éramos niños y soñábamos con ser Peter Pan, viajando al país de
nunca jamás, para nunca volver.
Porque sí, sigo pensando que desayunar(nos)
bajo sonrisas es el mejor desayuno que existe,y que nada puede comprar un
paseo contigo por el jardín,bajo la inmensa eternidad de un cielo recién
amanecido.
Huele a vida e infancia y aspiro, aspiro profundamente hasta que el
alma se llena de ganas de jugar a ser niños, otra vez, y esperar un descuido tuyo,
para echar a correr, esconderme y que tú me busques hasta encontrarme.
Por que
encontrarme es volver,
volver a aquel primer día en que nos conocimos.
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