Carta abierta

He decidido volver, porque volver es siempre sinónimo de retroceder en el tiempo, de retornar, de regresar al inicio. Inicio de todo. Inicio de este caos de persona que soy.
Dicen, que allí donde has sido feliz no has de volver jamás, pero tú me conoces, sabes mejor que nadie que odio hacer caso a la gente. 
Así que, aquí me hallo.
Volviendo, para dejar de ser una exiliada de mis propios recuerdos, para poner punto y final a esta historia en la que aún desconozco si soy vencedora o vencida. Necesito recordar, para olvidar y sobre todo para superar. 
Y mientras te escribo esto, estoy viendo tu reflejo tras cristal, sonriéndome. Te veo en esa calle, en esa plaza, en ese banco donde con tu magia provocabas que las horas se convirtiesen en segundos. Y aunque intente evitarlo, tú sigues estando en cada sábado por la noche, en las risas y en las sonrisas de la gente, en cada foto, en cada café, en cada libro, en cada palabra, en cada minuto del día.
Aún te veo tararear esa canción de tu grupo favorito mientras vas camino del metro. Te veo, sí, te veo parada frente a ese escaparate que tanto te gusta y admirando esas puestas de sol en las que deseas ser tan hermosa como la vida.
Y yo, solo quiero decirte que ya queda menos para volver a verte.
Porque estoy volviendo, volviendo a casa.
Imagen de coffee, window, and girl

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escribir(te) - Loreto Sesma

Éramos dos locos enamorados

Ella no es perfecta, tu tampoco lo eres.

Amores que matan

Cero pulsaciones por minuto